Entre las numerosísimas frases hechas que disfrutamos en nuestro día a día hay una que siempre me ha llamado la atención. Probablemente porque la escuché tropecientas mil veces en el colegio. «¿Eso quien lo va a hacer? ¿Rita la cantaora?» decían a veces las profesoras dándome a entender mi presunto desinterés. «Pobre Rita» pensaba. Lo que le deben pitar los oídos si es que esa mujer existe, claro.
Y claro que existía. Se llamaba realmente Rita Giménez García. Era de Jerez de la Frontera y vivió entre 1859 y 1934. Rita era cantaora de flamenco y trabajadora infatigable. Allá donde se lo proponían, Rita iba a mostrar su arte. Que había que repetir función porque el cliente así lo requería, ahí estaba Rita. Tanto era su disponibilidad que en muchas ocasiones sus propios compañeros la ofrecían a ella cuando ellos mismos se negaban a actuar por cuestiones económicas. Hay otras voces que hablan de los celos que los compañeros le tenían otorgándoles las peores sesiones. Pero Rita casi nunca decía no.
Por eso cuando uno siente la desgana a la hora de hacer algo dice que lo va a hacer Rita la Cantaora. Porque seguramente de proponérselo, ella nunca diría no.
@ManoloDevesa
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