Disfrutar del alumbrado público lo vemos ya tan algo habitual que nos cuesta hacernos la idea de que, como todo en la vida, hubo un tiempo en que esto no era así. Es por eso que hoy nos vamos a ir hasta julio de 1886. Mes y año en el que Cádiz se prepara para la inauguración de su nuevo alumbrado público.
El Ayuntamiento había decidido dotar a la ciudad de alumbrado eléctrico pero mientras aquello prosperaba, tardarían unos diez años más, había encargado a la Sociedad Cooperativa de Gas que se hiciera cargo de uno nuevoumbrado. Así que el 15 de noviembre de 1886 tiene lugar su inauguración que tiene lugar en la Segunda Aguada, lugar donde se encuentra la fábrica.
Hasta allí y en torno a las dos y media de la tarde se personan las autoridades e invitados dispuestos a dar un paso más en el futuro de Cádiz. El alcalde de la ciudad por entonces, Enrique del Toro, inaugura las instalaciones al grito de ¡Viva Cádiz! al que le sigue el público presente. A continuación, alcalde y demás autoridades se trasladan al casco antiguo.
Son las cuatro y media de la tarde y la plaza de San Juan de Dios está lista para ser testigo de la primera luz a la que del Toro se encarga de prender. El Consistorio gaditano, adornado para la ocasión, cuelga de su balcón principal un enorme letrero en el que puede leerse: «Viva Cádiz».
Más tarde, las luces se encienden en la calle Ancha y la plaza de San Antonio, acto que tiene el honor de inaugurar el director de la Cooperativa, Rubio y Díaz. La plaza se ve preciosa encendida y ello provoca la alegría de toda la ciudad, que desde ese momento disfruta de un alumbrado público gratis.
@ManoloDevesa